29 may 2007

La Homosexualidad

INTRODUCCION

Hoy día, en nuestra sociedad, el juicio sobre el tema de la «homosexualidad» ha adquirido un matiz muy relajado y de una casi aceptación, especialmente por los conceptos de la «libertad individual» y por el de la «preferencia sexual».

En cuanto al primero, es decir, sobre el asunto de la «libertad individual» y en el criterio más común de la sociedad, se destaca que cada persona tiene el derecho propio de creer o conducirse conforme a su propia convicción, siempre y cuando ello no atente expresa y directamente contra el bien social. Como principio, la «libertad individual» de una persona es algo que por derecho suena lógico y que en última instancia está avalado por la Constitución de nuestro país y por la Carta de los Derechos Humanos. Sin embargo, al aplicar esta «libertad» en el terreno de la moral sexual se cae en un relativismo donde «todo» parece estar permitido y lo cual, en el último de los casos, queda a criterio y en reserva de la persona misma, de su esfera privada.

En cuanto al segundo concepto que se maneja en al sociedad, es decir, el de la «preferencia sexual», se argumenta que existen distintas preferencia sexuales y de lo cual la homosexualidad es una de ellas. Este concepto de la «preferencia sexual» hace que la relación heterosexual (hombre-mujer) sea «sólo una más», de entre las llamadas «preferencias sexuales» que tenemos hoy. Así, una persona puede elegir su «preferencia sexual» y practicarla a «discreción», obteniendo así su satisfacción y una «auto-realización» personal. En el caso de las llamadas «preferencias sexuales» no se tiene como base el concepto de una moral social o religiosa generalmente aceptadas, sino que sencillamente se trabaja sobre la premisa de «la satisfacción emocional del individuo»; en este caso la persona homosexual se reserva para sí misma el derecho de su autosatisfacción emocional y sexual.

I. Definición del término.

«Homosexualidad» es la inclinación y atracción sexual que se tiene por la persona del mismo sexo, es decir, un varón siente inclinación sexual hacia otro varón y una mujer siente inclinación sexual hacia otra mujer. «Homosexual» es una persona, varón o mujer, que se inclina a desarrollar su vida sexual en función de una persona de su mismo sexo. La «Homosexualidad activa» es cuando una persona ejerce y practica su inclinación sexual con alguno (a) de su mismo sexo.

II Generalidades de la problemática homosexual.

La problemática homosexual es compleja. Y aun cuando se exponen factores biológicos como causantes de la condición homosexual, se tiende más a favorecer los criterios situacionales y ambientales (psíco-sociales) que propician la conducta homosexual.

Ubicados en el área de los factores «psico-sociales», existen variables más o menos identificables. Y tales variables incluyen tanto el ambiente familiar como el ambiente social.

Al nivel de la familia, algunos opinan que la conducta homosexual se puede comenzar a generar alrededor de los seis años de edad, cuando el infante no tiene un referente adecuado de la relación varón-mujer que representan sus padres. Incluso si por distintas causas existe la ausencia de uno de ellos; o también, si la participación y personalidad de alguno de los padres quedan anuladas y absorbidas por el otro.

También está el caso de los ataques sexuales que el infante y/o adolescente puede sufrir a manos de un adulto, sea éste alguno de sus padres, o de un pariente cercano. Los ataques sexuales siempre son traumáticos para quien los sufre. Y este sufrimiento generalmente se depositará en el nivel del inconsciente de la persona; o le acompañará en agudos temores, pesadillas, introversión y quizá el desarrollo de una futura conducta homosexual.

Igual se reconoce que algunos casos de conducta homosexual están en la inducción de la que una persona puede ser objeto en su etapa adolescente. El que le inducirá será un homosexual activo o una persona que practique ambas relaciones (relaciones homosexuales y relaciones heterosexuales).

Al nivel del ambiente social, y tomando en cuenta el relajamiento con que se juzga la cuesti ón moral, también pueden existir acuciantes para que, si bien no se desarrollen conductas homosexuales permanentes, al menos si se experimenten ocasionales encuentros homosexuales.Y también están algunas figuras o personajes públicos, cuyo relajamiento sexual, sugerido o abiertamente declarado, influirá en el criterio sexual de los adolescentes y jóvenes.

Igual el referente de amigos y conocidos homosexuales hará que la condición homosexual se vea con cierta «normalidad» o aceptación.

III. El tema de la homosexualidad en la Biblia.

Ciertamente no es un tema abundante, pero en la Escritura existen varios pasajes que específicamente hablan sobre la homosexualidad. Estos textos son: Levítico 18:22; 20:13; Romanos 1: 27; 1 Corintios 6: 9; 1 Timoteo 1: 10.

En los pasajes de Levítico se dice: «No te echarás con varón como con mujer; si alguno se ayuntare con varón como con mujer, abominación hicieron, han de ser muertos, sobre ellos será su sangre». Este pasaje trata una prohibición estricta para la práctica homosexual, que es muy probable que fuera común en aquel tiempo y no sólo por cuestiones de ciertos rituales religiosos paganos, sino también como alternativa de vida sexual.

En la cita de Romanos, Pablo argumenta sobre la base de que la práctica homosexual es antinatural, pues «se cambia el uso natural por el que es contra naturaleza». Es evidente que para la sociedad romana del tiempo de Pablo, la homosexualidad era aceptada al igual que en la sociedad griega. Pero para el apóstol se trata de una violación directa del orden natural de los seres humanos quienes, sumidos en la idolatría, tuercen el verdadero conocimiento de Dios.

En el pasaje de 1 Corintios se enlista una serie de pecados que van contra el orden del Reino de Dios. Ahí aparecen los afeminados (griegos maiakoi), y los que se echan con varones (griego arsenokoitai). Los maiakoi eran los que jugaban el rol pasivo en la relación homosexual y los arsenokoitai los que desempeñaban el rol activo.

En el pasaje de Timoteo vuelven a aparecer los arsenokoitai.

El tenor bíblico, tanto Antiguo Testamento como Nuevo Testamento, se maneja en un sentido de rechazo y repudio de la práctica homosexual. Y aunque se argumenta que tal rechazo de la Biblia por la homosexualidad está condicionado por cuestiones de tipo cultural y religioso, lo cierto es que los propios textos señalan claramente que las relaciones homosexuales están en contra de la disposición divina, y en contra del orden del matrimonio heterosexual que Dios ordenó (varón- mujer).

Es importante que sí señalemos el hecho de que los textos referidos anteriormente se refieren específicamente a una homosexualidad activa y que no hay ni existe una valoración de las causas fisiológicas o psicológicas de esta condición anormal. En todo caso, la causante se encuentra en la situación generalizada de pecado y perversión en que se halla la humanidad.

Algunos que favorecen la validez de la conducta homosexual interpretan estos textos como se refieren a una homosexualidad libertina o promiscua, pero que ante una «relación estable y de unión permanente» de la pareja homosexual, entonces no hay evidencia para condenar dicha relación. Interpretaciones como ésta, sirven de base no sólo para justificar la conducta homosexual, sino también para formar «iglesias» de homosexuales, donde se pretende vivir la fe cristiana y celebrar uniones «estables» entre homosexuales.

ALGUNAS PAUTAS PASTORALES.

  1. Que a la par del consejo espiritual, haya un acompañamiento terapéutico profesional.
  2. Si se trata de un homosexual activo, debe convenirse con él en suspender su práctica homosexual.
  3. Debe preguntarse, con tacto, sobre su condición de salud.
  4. Si se trata de un homosexual pasivo, debe invitársele a que durante su proceso de fe, se abstenga de aceptar alguna invitación por parte de un homosexual activo.
  5. El caso debe manejarse y tratarse con la discreción y ética pastoral que distingue a un servidor del Señor.
  6. Si hay la confianza y la madurez, el pastor debe auxiliarse de otros hermanos para apoyar emocional y fraternalmente el proceso de conversión de la persona homosexual.
  7. Que en el ámbito de la localidad, se dé continuidad y promoción a programas sobre la familia y la educación sexual.

CONSIDERANDO QUE:

  • a) Toda conducta, incluso las que tienen factores orgánicos, no puede aceptarse sin cuestionar sus aplicaciones naturales, sociales y morales.
  • b) Somos responsables porque podemos controlar nuestra conducta, aunque no logremos controlar nuestros impulsos y emociones.
  • c) El juicio final de los pecadores le corresponde a Dios, no a los hombres.
  • d) La homosexualidad no se presenta en la Escritura como una alternativa de la vida en pareja y, al contrario, rechaza la conducta homosexual.
  • e) La Biblia considera la homosexualidad en el ser humano como una desviación de la naturaleza creada por Dios.
  • f) En la Biblia la conducta homosexual es una más de las señales del pecado en la raza humana.
  • g) Nadie nace homosexual sino que son mayormente factores extraordinarios los que propician la conducta homosexual (factores situacionales y ambientales).
  • h) La sociedad moderna tiende a relajar más su opinión sobre la moral sexual, considerando este relajamiento también como un signo de lo que se conceptúa como moderno.
  • i) En otras sociedades, la homosexualidad es presentada como una alternativa válida de vida en pareja y que ésta se promueve.
  • j) Hay una creciente acogida del manejo conceptual de las llamadas «preferencias sexuales» en nuestra sociedad, lo cual condiciona el criterio de la gente más joven, causándoles confusión.
  • k) Existe una gran carencia, en el ámbito familiar, de una educación preventiva adecuada que reduzca al mínimo los factores situacionales o ambientales que favorecen la conducta homosexual.
  • l) La evidencia científica no ha demostrado que la Homosexualidad es resultado directo de causas genéticas o neurohormonales.

DECLARAMOS QUE:

  1. La Iglesia de Dios (7o. día) A. R. reconoce el matrimonio monogámico heterosexual, como el instituido por Dios según las Escrituras; por lo tanto, rechaza las prácticas homosexuales y desaprueba la formación de parejas homosexuales por considerarlas contrarias a la naturaleza dispuesta y ordenada por Dios para el ser humano (varón y mujer).
  2. La relación heterosexual es más que la unión de los dos cuerpos: Es la armonización de cuerpos y personalidades complementarias.
  3. Es posible revertir la conducta homosexual y que, en un proceso lento, quienes muestran estas tendencias pueden incorporar una nueva conducta obediente a Dios.
  4. La experiencia sexual es un don de Dios, pero no es esencial a la realización humana. La única alternativa al matrimonio heterosexual es la abstinencia sexual. La verdadera «orientación» de los cristianos no es lo que somos por constitución física sino lo que somos por elección.
  5. Buscaremos hacer de nuestras comunidades un medio cristiano de amor, comprensión, aceptación y apoyo para los homosexuales.
  6. Estamos en contra de la marginación o la agresión a las personas que se declaran homosexuales.

«A pesar de haber conocido a Dios, no lo glorificaron como a Dios ni le dieron gracias, sino que se extraviaron en sus inútiles razonamientos y se les oscureció su insensato corazón».

«Por eso Dios los entregó a los malos deseos de sus corazones, que conducen a la impureza sexual, de modo que degradaron sus cuerpos los unos con los otros. Cambiaron la verdad de Dios por la mentira, adorando y sirviendo a los seres creados antes que al Creador, quien es bendito por siempre. Por tanto, Dios los entregó a pasiones vergonzosas. En efecto, las mujeres cambiaron las relaciones naturales por las que van contra la naturaleza. Así mismo los hombres dejaron las relaciones naturales con la mujer y se encendieron en pasiones lujuriosas los unos con los otros. Hombres con hombres cometieron actos indecentes y en sí mismos recibieron el castigo que merecía su perversión».

«Además, como estimaron que no valía la pena tomar en cuenta el conocimiento de Dios, él a su vez los entregó a la depravación mental, para que hicieran lo que no debían hacer.»

(Romanos 1:21; 24-28).

Continua…

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola...yo solo queria decir q para pensar de esta forma se debe ser muy inculto....ya que, los homosexuales ni salen de familias donde hay ausencia de un padre o madre ni es por abuso...en mi caso (soy homosexual)mis padres me aceptan y me kieren igual...mi novia entra en casa y solo tiene 16 años. Asi q a ver si te informas un poquito mas...
En tu biblia tambien hay muchas prohibiciones para los heterosexuales....Bueno...me despido con un beso.....y LA HOMOSEXUALIDAD NO ES UNA ENFERMEDAD LA HOMOFOBIA SI